En los anales de la historia del café, el año 2023 será recordado por la audaz apuesta de Starbucks: Oleato, un brebaje que atrevidamente infunde café con aceite de oliva virgen further. Sí, lo leíste correctamente. Aceite de oliva. En café. Esta creación de Howard Schultz, el visionario de Starbucks que una vez encontró inspiración en las barras de espresso de Milán, ahora ha mirado a los olivares de Sicilia para su último acto antes de jubilarse. Pero, ¿este toque de oliva ha ido demasiado lejos, transformando la querida taza de café en lo que algunos llaman descaradamente un “Crappuccino”? Profundicemos en los rumores, las reacciones negativas y lo extraño.
¿Un flashback milanés convertido en fiasco siciliano?
En 1983, la escapada italiana de Schultz dio origen al imperio Starbucks, cambiando para siempre el panorama cafetalero estadounidense. Un avance rápido hasta su última estancia en Italia, y Schultz regresó no con frijoles, sino con aceitunas, combinándolas con café en lo que él imaginó como Oleato. Este atrevido debut en Italia, seguido de lanzamientos en Estados Unidos, Canadá y ciudades como Londres, París, Tokio y Osaka, ciertamente ha agitado la olla.
La recepción: de la curiosidad al malestar
Si bien algunos aficionados al café han adoptado el perfil único de Oleato, otros no han sido tan amables. Más allá de la curiosidad inicial, hay una serie de clientes e incluso empleados de Starbucks que informan de un vuelo directo al baño después del consumo. El término «laxante stylish» no se ha utilizado, pero está flotando en el aire, y muchos llaman a Oleato de todo, desde una «brebaje blasfemo» hasta una absoluta «apuesta gastrointestinal».
Más allá del café: un enigma culinario
Oleato de Starbucks no está solo en el ámbito de las curiosidades culinarias. El mundo ha visto una buena cantidad de tendencias alimentarias cuestionables, como los palillos de dientes fritos en Corea del Sur, un refrigerio que representa tanto un peligro de asfixia como una tendencia. Y no olvidemos la letanía de rarezas gastronómicas que adornan las redes sociales, desde refrescos sucios hasta biryani de chocolate, lo que demuestra que el hecho de que puedas no siempre significa que debas hacerlo.
La ciencia de sorber y saborear
Pero, ¿qué explica nuestra reacción dividida hacia el Oleato y sus primos culinarios? La ciencia apunta a la genética y revela que nuestras experiencias con los alimentos son tan únicas como nuestro ADN. Cada bocado es una danza de sentidos, una interacción compleja que puede convertir la pizza con piña en un debate polémico o hacer de las patatas fritas bañadas en helado una revelación. Oleato, con su mezcla del amargor del café y la suavidad del aceite de oliva, no es una excepción y desafía a duelo nuestras papilas gustativas.
Oleato: ¿Innovación o Infamia?
En conclusión: ¿sorber o no beber?
Mientras nos encontramos en esta encrucijada culinaria, Oleato nos invita a cuestionar no solo nuestras preferencias de café, sino también nuestra apertura a lo nuevo y lo novedoso. Ya sea que lo vea como una exploración audaz del sabor o como un paso en falso que es mejor no explorar, no se puede negar que Oleato ha provocado una conversación que vale la pena tener. Entonces, la próxima vez que se enfrente a la opción de agregar un chorrito de aceite de oliva a su espresso, pregúntese: ¿está listo para una aventura o se apegará a lo probado y verdadero? Al fin y al cabo, en el mundo del gusto, el único juez verdadero es el propio paladar.